Como leí hace ya mucho tiempo y para otro fin Los 7 hábitos de la gente altamente efectiva, comencé a asignarme una porción de tiempo para mi rol “Ama de casa”, bloqueando un horario determinado en Outlook. Lo que primero hice fue delegar todo lo delegable para aumentar mi productividad y concentrarme realmente en lo que es indelegable, como por ejemplo qué elementos dentro de un placard atiborrado conservar y cuáles no. Hasta acá, todo fenómeno.
Ahora bien, cuando llega la hora señalada pasan dos cosas:
- Ocurre algo imprevisto - más o menos importante, da igual - y borro de un plumazo mi bella planificación por roles y prioridades y me dedico a ese algo urgente. (En palabras de Covey, salgo del cuadrante 2 y paso al 1 o al 3)
- Empiezo con la actividad planeada, pero no me concentro en el objetivo. Hago varias cosas al mismo tiempo y no termino la tarea. Estoy en el cuadrante 2, pero no fui efectiva. Con lo cual, el placard del ejemplo queda igual o menos ordenado que antes.
Creo que hay formas simples de atacar estas dos tendencias. Las que estoy tratando de implementar son estas:
- Asignar el doble de tiempo que naturalmente le asignaría a la tarea. Si pienso que ordenar un placard me va a llevar dos horas, bloquear cuatro horas en Outlook.
- Segmentar la tarea en subtareas. Plantear el objetivo para la subtarea. En este caso sería organizar cajones de la nena (no de todo el placard)
- A continuación hay que pensar en una lista de acciones y objetos que se necesitan
- Cajas para ubicar elementos a archivar o donar
- Dejar un área libre para desparramar los elementos y clasificarlos
- Identificar si hace falta comprar elementos como perchas, cajas, separadores de cajones, etc.
- Si la respuesta es afirmativa, medir de los espacios disponibles para estos elementos y asignar tiempo para ir a comprarlos. No es tan fácil encontrar la caja exacta que estamos buscando.
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