Todos los días podemos hacer algo que nos ayude a vivir mejor: cuidar el cuerpo y la salud, organizar mejor nuestro tiempo, estar más felices en el trabajo y con nuestros hijos, tener la casa más ordenada...


lunes, 27 de abril de 2009

Cuidado personal, segunda parte

Un cuestionario simple, pero para para hacer a conciencia en un momento tranquilo, sin interrupciones, quizás en un bar o debajo de un árbol de una plaza, escribiendo en una agenda, un cuaderno o una notebook.

Retomemos un poco lo que planteamos anteriormente sobre la importancia de cuidarse a uno mismo para poder ser mejor persona, mejor profesional, mejor miembro de una pareja: hace falta "nutrirse" físicamente, emocionalmente, mentalmente y espiritualmente.

Van las preguntas
1) ¿Qué 3 pasos podés empezar a dar este mes para priorizar tu propio cuidado?
2) ¿Qué cambios tendrías que implementar ya mismo para que este cuidado personal esté integrado a tu vida cotidiana?
3) ¿Qué es lo que te motivaría a hacer del cuidado personal una prioridad?

La última pregunta es la de la en una encuesta con opciones. Espero sus opiniones

sábado, 25 de abril de 2009

La importancia del cuidarse a uno mismo

Quizás cuando uno piensa en cuidado personal se imagina ir a la peluquería, hacerse las manos, los pies o un masaje. No despreciemos el valor terapéutico que pueda tener para nosotros, pero ampliemos un poquito más la idea. Menciono algunas cosas que tienen que ver con descuidarnos y a todas nos han pasado:

- sobrecargamos la agenda con más cosas que las que podemos realizar
- nos sentimos en la obligación de ser y estar perfectas (¡qué presión!)
- pedimos menos ayuda que la que deberíamos pedir (tanto familiar como con personal contratado)
- renunciamos a hacer cosas por culpa
- descansamos poco, menos que lo mínimamente necesario

Entonces, el amor y el cuidado que ofrecemos generosamente a los demás no lo estamos extendiendo hacia nosotras mismas. Y hay un dato adicional: si no trabajamos sobre nuestro propio cuidado ¿qué tipo de modelo estamos ofreciendo a nuestros hijos? : uno que no está basado en la autoestima. Cuidarnos tiene una enorme importancia porque es aquello que funciona como nuestra reserva de energía para hacer todo lo que hacemos, nos hace vivir en calma y ser más efectivas. Y, fundamentalmente, nos hace sentir bien por dentro y por fuera.

Aquí algunos ejemplos simples sobre cómo podemos cuidarnos y al mismo tiempo renovarnos:

Cuidado físico
- Comer de manera saludable, tomando mucha agua y descansando
- Hacer actividad física todos los días, aunque sea por un período de tiempo breve
- Dedicar tiempo a nuestro cuerpo: desde la consulta médica hasta la peluquería, el kinesiólogo o aquello que nos haga sentir bien.

Cuidado emocional/espiritual
- Reunirse con amigos y mentores profesionales
- Buscar ayuda profesional en distintos tipos de terapia
- Escribir acerca de nuestros pensamientos y sentimientos
- Salir con amigas o en pareja. Salir sola tiene su encanto también, eh!
- Caminar en la naturaleza.
- Hacer algo creativo: pintar, dibujar, escribir, bailar, cantar
- Hacer un trabajo voluntario para una causa que nos motive.

Cuidado mental
- Estudiar algo que nos estimule intelectualmente (en mi caso, me estoy aplicando al alemán)
- Aprender una destreza nueva, como tejer

En la próxima entrada sobre este tema propondré un ejercicio práctico. Hasta la próxima.

miércoles, 22 de abril de 2009

Asignar tiempo para ordenar

Como leí hace ya mucho tiempo y para otro fin Los 7 hábitos de la gente altamente efectiva, comencé a asignarme una porción de tiempo para mi rol “Ama de casa”, bloqueando un horario determinado en Outlook. Lo que primero hice fue delegar todo lo delegable para aumentar mi productividad y concentrarme realmente en lo que es indelegable, como por ejemplo qué elementos dentro de un placard atiborrado conservar y cuáles no. Hasta acá, todo fenómeno.

Ahora bien, cuando llega la hora señalada pasan dos cosas:

  • Ocurre algo imprevisto - más o menos importante, da igual - y borro de un plumazo mi bella planificación por roles y prioridades y me dedico a ese algo urgente. (En palabras de Covey, salgo del cuadrante 2 y paso al 1 o al 3)

  • Empiezo con la actividad planeada, pero no me concentro en el objetivo. Hago varias cosas al mismo tiempo y no termino la tarea. Estoy en el cuadrante 2, pero no fui efectiva. Con lo cual, el placard del ejemplo queda igual o menos ordenado que antes.

Creo que hay formas simples de atacar estas dos tendencias. Las que estoy tratando de implementar son estas:

- Asignar el doble de tiempo que naturalmente le asignaría a la tarea. Si pienso que ordenar un placard me va a llevar dos horas, bloquear cuatro horas en Outlook.

- Segmentar la tarea en subtareas. Plantear el objetivo para la subtarea. En este caso sería organizar cajones de la nena (no de todo el placard)

- A continuación hay que pensar en una lista de acciones y objetos que se necesitan

  • Cajas para ubicar elementos a archivar o donar

  • Dejar un área libre para desparramar los elementos y clasificarlos

  • Identificar si hace falta comprar elementos como perchas, cajas, separadores de cajones, etc.

  • Si la respuesta es afirmativa, medir de los espacios disponibles para estos elementos y asignar tiempo para ir a comprarlos. No es tan fácil encontrar la caja exacta que estamos buscando.
Una aclaración sobre el último punto. Lleva tiempo y uno debe abordarlo con paciencia. Por ejemplo, encargué unas cajas con rótulo plastificadas de una medida específica para guardar los disfraces de mis dos hijos por separado. A cada chico le correspondía un color también específico, por lo que las tuve que mandar a hacer a medida y la entrega fue 20 días después de haberlas encargado.

martes, 21 de abril de 2009

So little time...

A veces sentimos que hacemos y hacemos, apuradas pero sin foco. Un poco como el hombrecito de Submarino Amarillo, Jeremy Hillary Boob. Si bien es patético, no deja de caerme bien!

lunes, 20 de abril de 2009

Buscando el equilibrio

Muchas veces no sabemos por dónde empezar, solo percibimos que queremos estar mejor. Pero es difícil empezar, porque hay que empezar por alguna parte. Mejorar LA VIDA es mucho, entonces nos trabamos. Yo sostengo que a través de pequeñas acciones que pasan por lo cotidiano uno puede cambiar muchísimo.

¿Es posible replantearse algunas cosas?¿Podemos eliminar el caos de nuestra vida? ¿A través de una mayor organización podemos hacernos un hueco para cuidarnos a nosotras mismas?

Vamos por parte: replantearse algunas cosas, sí. Segundo: eliminar el caos es muy ambicioso. A lo sumo se lo puede administrar, con mayor o menor stress. Tercero, simplificando algunas cosas y cambiando otras podemos hacernos un hueco para cuidarnos a nosotras mismas y ser mejores como personas, madres y profesionales, en el orden que quieran.

Para empezar de nuevo, una y otra vez. Para sentirnos acompañadas en esta búsqueda. Para encontrar ideas y soluciones, esas que antes te daba mamá o la abuela o esas que son tan nuevas que es imprescindible compartir. Para eso pensé este blog.

viernes, 10 de abril de 2009

Espero que en el lugar donde se guardan las células madre de mi hijo las cosas no se traspapelen como acá

Hace dos días estaba acá, en mi escritorio, mirándome como sonriendo. Pero hoy ya no está.
La busqué con toda mi fuerza. Guardé esperanzas hasta último momento, incluso hasta este momento. Por ella hice orden en papeles que habían juntado tierra un par de años, pero no.

Esa factura no apareció. Y mañana tengo que ir al local donde hice la compra y decir,
Créanme, yo pagué el total de esta compra, lo que pasa es que el tiempo pasó y
se me traspapeló, quieren que les dé mi número de DNI?
Qué feo... Y más feo aún si esa factura estaba aquí, frente a mí, el viernes pasado.