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lunes, 11 de mayo de 2009

¿Alguna vez se sintieron como el padre de esta familia? Yo sí

Cuando mis dos hijos mayores tenían 2 y 4 años emprendimos unas vacaciones en auto de 15 días en los que recorrimos alrededor de 6000 kilómetros (Buenos Aires-Calafate-Buenos Aires). Fue nuestro último viaje sin hoteles reservados en ninguna localidad. Teníamos carpa por las dudas. Si llovía, nos mudábamos, si el tiempo pintaba bueno, nos quedábamos un día más, aunque nunca más de dos noches en cada lugar, porque si no, no llegábamos a destino a tiempo. En ese momento, mi marido y yo no lo sabíamos, pero fue nuestro último viaje de solteros. Los chicos eran chicos, dormían la mayor parte del tiempo y nosotros conversábamos y tomábamos mate kilómetros y kilómetros. Aunque hubo algún dolor de espalda, la familia resistió.
Los chicos crecieron (ahora tienen 6 y 8 años respectivamente) y ahora tienen un hermano, de 1 año. Seguimos andando kilómetros y kilómetros y parando en más de un lugar, pero no hubo otra alternativa que hacer ajustes, ya que por la diferencia de edad, nunca hay 3 chicos dormidos al mismo tiempo y es probable que haya 2 chicos molestos al mismo tiempo, sobre todo si el viaje se hace largo.
Así, hubo que repensar la forma de viajar y convertirnos en una familia superorganizada, nada hippies.
- No nos proponemos hacer tramos de más de 700 kilómetros por día, sabiendo que lo ideal es 500.
- Salimos muy temprano y tratamos de llegar de día.
- Pensamos las escalas y hacemos reservas previamente. Si el tiempo de vacaciones disponible da, buscamos lugares en donde quedarnos más de una noche.
- Hay bolsos “generales”, donde está la ropa para la estadía y bolsos “para el trayecto”, que son los que se bajan en las escalas intermedias, para no bajar los primeros.
- A cada chico le preparamos un CD con sus temas favoritos.

Ah, en un último gesto romántico (en el sentido filosófico, no edulcorado), nos resistimos al DVD. Queremos seguir compartiendo ese tiempo y ese espacio. ¿Cuánto durará?


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